Por: Laura Rathe
- Algunas raíces históricas
El Pensamiento y Ciencias de la complejidad fue emergiendo entretejiéndose, nutriéndose de distintos campos del saber que van tributando como arroyos al cauce del río. En su libro Conexiones Ocultas, Fritjof Capra habla del cambio de paradigma que durante el presente siglo se ha producido en distintas formas desde lo mecanicista hacia el ecológico, a distintas velocidades, en diversos campos científicos. No es un cambio uniforme. “Engloba revoluciones científicas, contragolpes y movimientos pendulares. Un péndulo caótico en el sentido de la teoría del caos-oscilaciones que casi se repiten, pero no exactamente, aparentemente de modo aleatorio, pero formando en realidad un patrón complejo y altamente organizado- sería quizás la metáfora contemporánea más apropiada”[1].
Estamos ante un “cambio de época” en la cual está ocurriendo una transformación cultural, una auténtica revolución en el saber y de la cultura contemporánea de la que forman parte el pensamiento y ciencias de “la complejidad” que presenta ciertas características peculiares holísticas, no-lineales y transdisciplinares. Pero hay más de un campo transdisciplinar como el el Ambientalismo, la Bioética, los Estudios C-T-S, la Ecología Profunda, entre otros. Todos ellos comparten conceptos comunes y la visión holística y transdisciplinar, pero con especificidades que provienen de su temática. Esa nueva intelegibilidad del mundo se plasma en la aludida constelación de conceptos, valores, actitudes, y va transitando desde el mecanicismo y el reduccionismo modernos hacia una visión sistémico-compleja, holístico-ecológica (Sotolongo, 2017)[2]
De acuerdo con Abraham[3], la historia de la teoría de la complejidad durante el siglo XX describe sus tres raíces y sus interacciones y bifurcaciones como un sistema dinámico complejo. Algunas de estas raíces son la cibernética, la teoría general de sistemas (biología teórica) y la dinámica de sistemas.[4]
Teoría General de Sistemas El biólogo Ludwig von Bertalanffy es considerado el padre de la Teoría General de Sistemas. Su obra más conocida es Teoría general de sistemas. Otras de sus obras son: Concepción biológica del cosmos, Robots, hombres y mentes: la psicología en el mundo moderno, Perspectivas en la teoría general de sistemas, Tendencias en la Teoría general de sistemas[5]. Busca explicitar los aspectos de unidad que caracterizan un cierto sistema organizado de constituyentes y que no pueden resultar de la simple consideración fragmentada de tales constituyentes. En esto un sistema se distingue de un simple conjunto de elementos (Evandro Agazzi, 1996). Su unidad está regida por relaciones funcionales internas, las cuales traen consigo que el sistema despliegue determinadas funciones, en las cuales se puede hacer consistir su objetivo global. La comprensión de tales funciones no es posible considerando únicamente las propiedades de sus constituyentes por separado, sino que resulta de su sinergia organizada: en tal sentido el sistema goza de nuevas propiedades, emergentes respecto a las de sus elementos constituyentes, y no es reducible a una simple “suma” de éstas. En Stanford, con Ralph Gerard, Kenneth Boulding y Anatol Rapoport, Von Bertalanffy creó la Sociedad para la Investigación de Sistemas Generales.
La cibernética: Norbert Wiener (1894-1964) graduado de la universidad de Harvard y del Massachusetts Institute of Technology (MIT) donde obtuvo su doctorado. Profesor de matemáticas en MIT, introdujo el concepto de cibernética para caracterizar un enfoque en la ciencia muy general de «control y comunicación en el animal y la máquina». Reunió conceptos de la ingeniería, el estudio del sistema nervioso y mecánica estadística (por ejemplo, entropía). A partir de éstos desarrolló conceptos que se han vuelto omnipresentes a través de la ciencia (Especialmente la biología y la informática) y el lenguaje común: “formación», «mensaje”, “retroalimentación» y «control»[6].
La segunda cibernética, Magoroh Maruyama: notó que el concepto de cibernética de Wiener permitía a un sistema auto dirigirse, autorregularse y cambiar de estados, mientras mantenía su forma original (la morfostasis). Maruyama dio un paso hacia la denominada segunda cibernética al explicar la retroalimentación positiva que le permite al sistema adoptar una nueva organización, transformarse o cambiar (morfogénesis)[7]
- La visión holística o ecológica
Otras corrientes y pensadores que fueron confluyendo y aportando al nuevo paradigma lo constituye la visión holística del mundo, como un todo integrado más que como una colección de sus partes. También podría llamarse una visión ecológica, usando el término «ecológica» en un sentido mucho más amplio y profundo de lo habitual (Capra, Fritjof,1996). Algunas de esas corrientes y pensadores relevantes son Arne Naess, Rachel Carson, la Teoría de Santiago de Varela y Maturana, E. F. Schumacher, Stuart Kauffman, Enrique Leff y Fritjof Capra.
La “visión ecológica”: Los ecólogos estudiaron ya redes vivas desde los años 20, al interesarse por las “redes-de-alimentación (tróficas)” (Sotolongo, 2017). La visión de una holística “ecológica” incorpora la inserción en el entorno; de dónde provienen los componentes primarios; cómo la dinámica afecta a su vez a ese entorno. Esta incorporación del entorno es particularmente pertinente para las dinámicas de la vida, con sus vitales conexiones con su entorno. La “ecología profunda” (Arne Naess, Noruega, se crea en los 70) no es antropocéntrica y tiene en cuenta la red de todos los seres vivos interconectados[8].
La visión ecológica constituyó un paso importante en el cambio del paradigma analítico al holístico, en particular en lo que concierne a las: “Ecología Profunda” (estilo de vida medio-ambiental), “Ecología Social” (patrones ecológicamente sostenibles de organización social), el “Eco-feminismo” (articulación género-ambiente), dada su convergencia de énfasis en los aspectos ambientales, sociales y/o culturales. Actualmente hablamos de “socio-eco-sistemas” (Sotolongo, 2017)[9].
La Primavera Silenciosa, Rachel Carson (1907-1964)[10] Escritora, científica y ecologista, Carson se graduó de Pennsylvania College for Women (ahora Chatham University) en 1929, estudió en el Woods Hole Marine Biological Laboratory y recibió su maestría en zoología de la Universidad Johns Hopkins en 1932. Escribió Under the sea – Wind (1941), El borde del mar (1955), El mar alrededor de nosotros (1955). Se recuerda más hoy como la persona que desafió la idea de que los seres humanos podrían obtener dominio sobre la naturaleza por los productos químicos, bombas y viajes espaciales que por sus estudios de la vida del océano. Su libro Silent Spring (1962) advirtió de los peligros para todos los sistemas naturales del uso indebido de pesticidas químicos como el DDT, y cuestionó el alcance y dirección de la ciencia moderna, inició el movimiento ambiental contemporáneo. Testificando ante el Congreso en 1963, Carson pidió nuevas políticas para proteger la salud humana y el medio ambiente. «Subyacente a todos estos problemas de introducir la contaminación en nuestro mundo es la cuestión de la responsabilidad moral – la responsabilidad no sólo con nuestra propia generación sino con los del futuro». Carson influenció el pensamiento ecológico incluso antes de que el término ecologista fuera empleado.
Arne Naess, iniciador de la ecología profunda (1912-2009) En 1973, el filósofo y montañés noruego Arne Naess introdujo la frase «ecología profunda» a la literatura ambiental. El ecologismo se había convertido en un movimiento político de base populares en la década de 1960 con la publicación del libro de Rachel Carson Primavera silenciosa. Considera al ser humano y la naturaleza en igualdad de condiciones y dice que ambos tienen los mismos derechos, cuestiona la forma de vida moderna e insta a objetar los supuestos fundamentales de la sociedad de crecimiento económico a toda costa propiciando una nueva manera de ver la ciencia, la política, la educación, la espiritualidad fomentando un respeto generalizado hacia La Vida. La ecología profunda la contrapone con la superficial que significa pensar que los grandes problemas ecológicos pueden resolverse dentro de una sociedad industrial y capitalista. La Ecología Profunda significa plantear preguntas más profundas y entender que la sociedad misma ha causado la crisis ecológica que amenaza a la Tierra. Su concepto, estuvo fundamentado en las enseñanzas de Spinoza, Gandhi y Buda. En 1972, muy pocas personas apreciaron que Naess estuviera caracterizando un movimiento de base existente, en lugar de simplemente declarar su filosofía personal. Para establecer objetivos compartidos, Naess propuso un conjunto de ocho principios para caracterizar el movimiento de ecología profunda como parte del movimiento ecologista general[11].
La Teoría de Santiago de Humberto Maturana y Francisco Varela
La Teoría de Santiago propone que las interacciones de un organismo vivo – vegetal, animal o humano – con su entorno son interacciones cognitivas, sin antropomorfizar el término. Así, la vida y la cognición están inseparablemente conectadas. La mente -o, más exactamente, la actividad mental- es inmanente en la materia en todos los niveles de la vida. La cognición implica el proceso entero de la vida – incluyendo percepciones, emociones y comportamiento y no requiere necesariamente un cerebro o un sistema nervioso. En la teoría de Santiago, la cognición está estrechamente vinculada a la autopoiesis, la autogeneración de redes vivas. Los componentes de la red producen continuamente y se transforman entre sí, y lo hacen de dos maneras distintas. Un tipo de cambio estructural es el de la autorrenovación, a pesar de este cambio continuo, el organismo mantiene su identidad general, o patrón de organización. El segundo tipo de cambios estructurales en un sistema vivo son los que crean nuevas estructuras – nuevas conexiones en la red autopoiética. A medida que continúa interactuando con su entorno, un organismo vivo sufrirá una secuencia de cambios estructurales. La estructura del organismo es un registro de los cambios estructurales previos y, por tanto, de las interacciones previas y dado que cada cambio estructural influye en el comportamiento futuro del organismo, esto implica que el comportamiento del organismo vivo está dictado por su estructura. En la terminología de Maturana, el comportamiento de los sistemas vivos está «determinado por la estructura».
- La ecología profunda
Los términos «holístico» y «ecológico» difieren ligeramente en sus significados y parecería que el primero de ellos resulta menos apropiado que el segundo para describir el nuevo paradigma, de acuerdo con Capra[12] : una visión holística de, por ejemplo, una bicicleta significa verla como un todo funcional y entender consecuentemente la interdependencia de sus partes. Una visión ecológica incluiría esto, pero añadiría la percepción de cómo la bicicleta se inserta en su entorno natural y social: de dónde provienen sus materias primas, cómo se construyó, cómo su utilización afecta al entorno natural y a la comunidad en que se usa, etc. Esta distinción entre «holístico» y «ecológico» es aún más importante cuando hablamos de sistemas vivos, para los que las conexiones con el entorno son mucho más vitales.
Esta escuela de la Ecología Profunda fue fundada por el filósofo noruego Arne Naess a principios de los setenta al distinguir la ecología «superficial» y la «profunda». Esta distinción está ampliamente aceptada en la actualidad como referencia muy útil en el discernimiento entre las líneas de pensamiento ecológico contemporáneas.
De acuerdo con la Fundación de Ecología Profunda[13], la ecología superficial es antropocéntrica, es decir, está centrada en el ser humano. Ve a éste por encima o aparte de la naturaleza, como fuente de todo valor, y le da a aquélla un valor únicamente instrumental, «de uso». La ecología profunda no separa a los humanos -ni a ninguna otra cosa- del entorno natural. Ve el mundo, no como una colección de objetos aislados, sino como una red de fenómenos fundamentalmente interconectados e inter-dependientes. La ecología profunda reconoce el valor intrínseco de todos los seres vivos y ve a los humanos como una hebra de la trama de la vida.
La plataforma ecológica propuesta por Arne Naess que caracterizan la ecología profunda puede ser aprobada por personas de una diversidad de antecedentes religiosos y filosóficos, así como diferentes afiliaciones políticas. «Los partidarios del movimiento ecologista profundo» (en lugar de ser llamados «ecologistas profundos») están unidos por una visión a largo plazo de lo que es necesario para proteger la integridad de las comunidades ecológicas de la Tierra y los valores ecocéntricos[14].
El bienestar y el florecimiento de la vida humana y no humana en la Tierra tienen valor en sí mismos (sinónimos: valor intrínseco, valor intrínseco, valor inherente). Estos valores son independientes de la utilidad del mundo no humano para fines humanos. Estos Principios implican el compromiso de respetar los valores intrínsecos de riqueza y diversidad de la vida. Esto, a su vez, conduce a la crítica de la cultura industrial, cuyos modelos de desarrollo construyen la Tierra sólo como materia prima para satisfacer el consumo y la producción, para satisfacer no sólo necesidades vitales, sino deseos cuya satisfacción requiere cada vez más consumo. Si bien la cultura industrial se ha representado como el único modelo aceptable para el desarrollo, sus monocultivos destruyen la diversidad cultural y biológica en nombre de la conveniencia humana y el beneficio[15].
Los principios de la Plataforma de Ecología Profunda llevan a atender a las «ecosofías» de los aborígenes e indígenas para aprender de ellos valores y prácticas. Al mismo tiempo, los valores ecocéntricos implicados por la plataforma nos llevan a reconocer que todas las culturas humanas tienen un interés mutuo en ver que la Tierra y su diversidad continúan por su propio bien y porque la mayoría de nosotros lo amamos. Así, los partidarios del movimiento ecologista profundo hacen hincapié en la sabiduría específica del lugar, la sabiduría ecológica y las prácticas de la tecnología vernácula.
- La síntesis abarcadora de Fritjof Capra a partir de las Ciencias de la complejidad
Capra dice en el prólogo de su libro La trama de la vida, que la nueva comprensión de la vida debe ser contemplada como la vanguardia científica del cambio de paradigmas, desde una concepción del mundo mecanicista hacia una ecológica……ha emergido ciertamente un nuevo lenguaje para la comprensión de los complejos y altamente integradores sistemas de vida. Distintos científicos le dan nombres diferentes: «teoría de los sistemas dinámicos», «teoría de la complejidad», «dinámica no-lineal», «dinámica de redes», etc. Los atractores caóticos, los fractales, las estructuras disipativas, la autoorganización y las redes autopoiésicas son algunos de sus conceptos clave.
El pensamiento sistémico significa pensar en términos de relaciones, patrones, procesos y contexto. En los últimos 25 años, esta tradición científica se elevó a un nuevo nivel con el desarrollo de la teoría o pensamiento de la complejidad. Técnicamente también conocida como dinámica no lineal, la teoría de la complejidad es parte de un nuevo lenguaje matemático y un nuevo conjunto de conceptos (pensamiento) para describir y modelar sistemas complejos no lineales (Capra, 2005)[16]. La teoría (pensamiento y ciencias de la complejidad) de la complejidad ofrece ahora la excitante posibilidad de desarrollar una visión unificada de la vida integrando las dimensiones biológicas, cognitivas y sociales de la vida (Capra, 2002).
En su artículo Complexity and Life, Capra[17] dice que el cambio decisivo en los últimos 25 años ha sido reconocer la importancia de los fenómenos no lineales y desarrollar técnicas matemáticas para resolver ecuaciones no lineales. El uso de computadoras ha jugado un papel crucial en este desarrollo. Con la ayuda de poderosas computadoras de alta velocidad, los matemáticos ahora son capaces de resolver ecuaciones complejas que antes eran intratables. Al hacerlo, han ideado una serie de técnicas, un nuevo tipo de lenguaje matemático que reveló patrones muy sorprendentes bajo el comportamiento aparentemente caótico de sistemas no lineales, un orden subyacente bajo el aparente caos.
En el libro Conexiones Ocultas[18], Capra presenta una visión abarcadora ecológica de la vida desde el pensamiento y ciencias de la complejidad. La primera parte comienza con una introducción acerca de la evolución prebiótica y biótica y destaca la importancia de las membranas en este contexto. Aborda más adelante los detalles de diferentes teorías sobre la cognición, la conciencia, el lenguaje y la coordinación social. Su afirmación es que todos los fenómenos biológicos y sociales son el resultado de la red característica de la vida, por lo tanto, la dinámica de sistemas es una herramienta apropiada para comprender tales fenómenos. En la parte central de su libro, Capra propone que la vida y la realidad social pueden entenderse aplicando un marco de cuatro perspectivas interconectadas: forma, masa, proceso y significado. Capra cree que esta comprensión sistémico-compleja puede avanzar significativamente otras teorías sociales integradoras, en particular las de Jürgen Habermas y Anthony Giddens.
- Referencias Bibliográficas
Abraham, Ralph H. (2002) The Genesis of Complexity. Visual Math Institute. Santa Cruz, CA 96061-7920
Capra, Fritjof (2005) Complexity and Life. Theory, Culture & Society 2005 (SAGE, London, Thousand Oaks and New Delhi), Vol. 22(5): 33–44 DOI: 10.1177/0263276405057046
Capra, Fritjof (2003). The Hidden Connections: a science for sustainable living. London: Flamingo. ISBN 0-00-655158-0.
Capra, Fritjof (1996) La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos Editorial Anagrama. Barcelona. Título de la edición original: The Web of Life Anchor Books Nueva York, 1996
ICFES/UNESCO (2002) Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo. Corporación para el Desarrollo Complexus. Marco Antonio Velilla Compilador, prólogo de Edgard Morin
Maturana, Humberto y Francisco Varela (2003) De Máquinas y Seres Vivos: autopoiesis, la organización de lo vivo. Primera edición Lumen. Buenos Aires. ISBN 987-00-0386-9
Moreno, Juan Carlos (2002) Tres Teorías que dieron Origen al Pensamiento Complejo: Sistémica, Cibernética e Información
Sotolongo, Pedro. (2017). Laminarias de la Maestría sobre Pensamiento y Ciencias de la Complejidad. Módulo I. Santo Domingo: Instituto Global de Altos Estudios (IGLOBAL).
Wiener, Norbert (1989) The Human Use of Human Beings, Cybernetics and Society. Published in Great Britain 1989 by Free Association Books 26 Free grove Road London N7 9RQ. (First published 1950; 1954, Houghton Mifflin Copyright, 1950, 1954 by Norbert Wiener Introduction © Steve J. Heims 1989)
Páginas web visitadas
http://www.rachelcarson.org/ visitada el 10 febrero 2017.
http://www.deepecology.org visitada el 10 febrero 2017
[1] Capra, Fritjof (1996) La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos Editorial Anagrama
Barcelona. Título de la edición original: The Web of Life Anchor Books Nueva York, 1996
[2] Sotolongo, Pedro. (2017). Laminarias de la Maestría sobre Pensamiento y Ciencias de la Complejidad. Módulo I. Santo Domingo: Instituto Global de Altos Estudios (IGLOBAL).
[3] Abraham, Ralph H. (2002) The Genesis of Complexity. Visual Math Institute Santa Cruz, CA 96061-7920 USA
[4] Moreno, Juan Carlos (2002 ) Tres Teorías que dieron Origen al Pensamiento Complejo: Sistémica, Cibernética e Información
[5] Op. Cit. Moreno, Juan Carlos (2002 )
[6] Wiener, Norbert (1989) The Human Use of Human Beings, Cybernetics and Society. Published in Great Britain 1989 by Free Association Books 26 Free grove Road London N7 9RQ. (First published 1950; 1954, Houghton Mifflin Copyright, 1950, 1954 by Norbert Wiener Introduction © Steve J. Heims 1989)
[7] ICFES/UNESCO (2002) Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo. Corporación para el Desarrollo Complexus. Marco Antonio Velilla Compilador, prólogo de Edgard Morin
[8] Op. Cit. Sotolongo, Pedro. (2017).
[9] Op. Cit. Sotolongo, Pedro. (2017).
[10] http://www.rachelcarson.org/ visitada el 10 febrero 2017.
[11] http://www.deepecology.org visitada 10 febrero 2017
[12] Op. Cit. Capra, Fritjof (1996) La trama de la vida
[13] Op.Cit. http://www.deepecology.org visitada 10 febrero 2017
[14] http://www.deepecology.org
[15] Op.Cit. [15] http://www.deepecology.org
[16] Capra, Fritjof (2005) Complexity and Life. Theory, Culture & Society 2005 (SAGE, London, Thousand Oaks and New Delhi), Vol. 22(5): 33–44 DOI: 10.1177/0263276405057046
[17] Op. Cit. Capra, Fritjof, 2005. Complexity and Life
[18] Capra, Fritjof (2003). The Hidden Connections: a science for sustainable living. London: Flamingo. ISBN 0-00-655158-0